Los habitantes Norilsk, Rusia, han despertado con la visita inesperada de un forastero animal: un oso polar.

El ejemplar, que presentaba signos de desnutrición, caminó durante varias horas por las calles de la ciudad con el objetivo de buscar algo de comida que llevarse ala boca, según recoge 'Zapolyarnaya Pravda'.

Las imágenes, tomadas por la fotógrafa del periódico Irina Yarinskaya, muestran al oso cabizbajo, desorientado y bastante delgado husmeando entre la basura.

"Está muy hambriento, apenas puede parpadear y mantener los ojos abiertos, casi incapaz de caminar. Primero fue hacia la fábrica de grava y arena, luego cruzó una carretera más y se dirigió a un basurero", ha explicado la fotógrafa.

El mismo oso ya había sido visto hace tiempo en Talnakh, a las afueras de Norilsk, no obstante, jamás pensaron que se acercaría al núcleo urbano. Los lugareños estiman en que habría caminado un total de 1.500 kilómetros desde su lugar de origen.

"Es la segunda vez en más de cuarenta años cuando se ve al oso polar en la ciudad. La última vez en 1977, una osa polar hembra hambrienta y agresiva. Tuvo que ser disparada porque representaba un peligro para los residentes", ha explicado Anatoly Nikolaychyuk, jefe del departamento de control de caza del estado de Taymyr.

Debido a las leyes que protegen a las especies en peligro de extinción, se requiere una decisión de Moscú sobre si el animal puede ser sedado y luego devuelto a la costa ártica, o si será trasladado a un zoológico del país.