Con música y con sensibilidad, los acordes de una guitarra ayudan a que bebés prematuros como Alejandra puedan dormir más tranquilos. "Con la de horas que pasas aquí (en el hospital), el que vengan a entretenerte un ratito viene muy bien", explica María Corral, que acaba de ser madre.

La música interpretada con fines terapéuticos tiene una clara influencia en los bebés ingresados: reduce el miedo y el estrés y los efectos se ven reflejados. "Lo que vemos es que hay cambios en la frecuencia cardíaca, cambios en la saturación hacia bien. Casi todos esos parámetros que se alteran cuando se está produciendo una situación de estrés se normalizan", ha explicado José Martínez-Orgado, responsable del departamento de Neonatología del Hospital Clínico de San Carlos.

Cada vez son más los estudios científicos que se realizan sobre los efectos positivos de la musicoterapia. Y las familias también se ven beneficiadas. "Para nosotros, un paciente siempre es una familia. Nunca atendemos solamente a la persona que está ingresada, sino que atendemos también a las personas que acompañan", ha señalado Berta Pérez, musicoterapeuta de la Asociación de Música y Salud MUSA.

El estrés y la ansiedad que genera un ingreso en neonatología afecta emocionalmente a los padres. La música puede ayudar también a que esto no se transmita a sus hijos.

"Es una experiencia bastante bonita porque nos permite a nosotros como padres conectar con el bebé. Es un poco lo que te transmiten: esa paz, esa tranquilidad; todo muy suavecito", valoran algunas madres que se han beneficiado de los resultados de la musicoterapia. Son algo más que unas notas musicales que pueden influir en el bienestar de los bebés.