El conocido como el 'caníbal de Ventas' ha declarado en su juicio que "oía voces en su cabeza" que le empujaban a matar a su madre, que "escuchaba mensajes ocultos" en la televisión y que llevaba sufriendo esquizofrenia "desde los quince años".

Alberto S.G., de 28 años, fue detenido en febrero de 2019 por estrangular y descuartizar a su madre para después comérsela. Cuando fue detenido alegó a los policías no recordar nada de lo sucedido y lo mismo ha dicho ante los jueces.

En su declaración ha afirmado tener discusiones constantes con su madre al ser consumidor de alcohol y hachís. Ha añadido que su madre también era alcohólica. "Discutíamos por tonterías pero a veces nos llevábamos bien", ha detallado el acusado, quien también confirma que su madre no le dejaba dormir en la calle "por pena".

En relación a lo ocurrido, ha relatado que solía fumar "canutos" y "ver la televisión", lo cual le hacía escuchar "mensajes ocultos". Indica no recordar nada de lo sucedido pero sí el contenido de las voces que él escuchaba: "Te voy a descuartizar". Oía "voces de vecinos, de conocidos y de famosos". Era habitual que estuviese ingresado en centros psiquiátricos por su adicción a las drogas.

Hasta 15 años

La Fiscalía pide 15 años de prisión para el asesino confeso por un delito de homicidio y otro de profanación de cadáveres. En su caso es agravante la petición de pena por responsabilidad penal de parentesco. Además, el fiscal solicita una indemnización a su hermano de 90.000 euros.

Este comparecerá el viernes, quien ya añadió que los problemas de su hermano se agudizaron durante un programa Erasmus en Grecia. Su consumo de drogas aumentó y las enfermedades mentales que padecía se agravaron.

Relato escabroso de los hechos

Un agente de la Policía Nacional que detuvo al implicado también ha sido cuestionado hoy sobre lo sucedido. Ha narrado que el acusado manifestó que había asfixiado a su madre y que "como no sabía qué hacer con el cadáver se lo comió y se lo dio al perro". También ha descrito con detalle la escena que se encontró, con restos de la madre esparcidos en la casa y dentro de 'tuppers' de plástico.

Tras una discusión con su madre, el detenido la "sujetó fuertemente por el cuello y, con el propósito de acabar con su vida, le presionó fuertemente con sus manos hasta lograr estrangularla, causándole la muerte por asfixia". Después transportó el cadáver a la cama "con el propósito de hacerlo desaparecer poco a poco".

Descuartizó el cuerpo con una sierra y dos cuchillos y se fue "alimentando" puntualmente de los restos durante 15 días, "guardando otros restos en recipientes de plástico por la vivienda y en el interior de la nevera que había en el domicilio".