De la cabeza a los pies congelados, nevados, están peregrinos y vecinos en O'Cebreiro. Unos 5 centímetros de espesor que se han hecho esperar y lo que queda, porque en el norte la cota de nieve ronda los 800 metros y seguirá nevando con fuerza.

Con las manos para poder arrancar apartan la nieve en la vertiente burgalesa del Puerto de Lunada, donde hasta media mañana circulaban con cadenas o neumáticos de invierno.

Derrapes, quitanieves, ganado obligado a pastar fuera de zona y grandes copos en Espinosa de los Monteros.

La primera gran nevada del otoño cae también copiosa, a 1.000 metros, en la sierra de Madrid y los cerca de 20 centímetros que se han acumulado en Pirineos hacen que estaciones de esquí como la de Formigal se planteen abrir antes de tiempo.

La masa de aire polar ha llegado acompañada de lluvias que han dejado más de 100 litros por metro cuadrado en Santander o Gipuzkoa y hasta de un tornado que ha dejado algún destrozo en el municipio gallego de Sada.