La viticultura sufre las consecuencias del cambio climático. Olas de calor, sequías prolongadas, heladas, lluvias torrenciales... estos fenómenos naturales que antes eran muy ocasionales y ahora se han convertido en frecuentes hacen quela vendimia se adelante, los vinos pierdan acidez y cambie también su graduación.

Los expertos alertan de que si la tendencia continúa, las regiones vinícolas españolas más expuestas al calentamiento global corren verdadero peligro. Aunque sus efectos ya se notan.

Si en los años 90 la graduación media de un vino era de 13 grados, ahora se sitúa en los 14,5, explica Agustín Santaolaya, director general de Bodegas Roda. Han ido subiendo medio grado por década.

Ignacio Morales Castilla, Profesor de Ecología de la Universidad de Alcalá explica cómo podría evolucionar el sector: "Hemos hecho proyecciones a escala global basadas en modelos matemáticos en aquellas regiones que se dedican a la viticultura, y hasta la mitad podrían perder su aptitud para el cultivo si se alcanzasen los dos grados de calentamiento global".

Bodegas que se 'mudan' a zonas de mayor altitud

Adaptarse o desaparecer, ante esa disyuntiva los viticultores se ponen manos a la obra. Santiago Mora, director general D.O. Rueda cuenta que se están recuperando y apostando por variedades autóctonas, al mismo tiempo que se busca también una mayor altitud para el cultivo.

Una iniciativa que ya ponen en marcha otras bodegas, como la de Familia Torres, del Penedés, que ha trasladado parte de sus viñedos al pirineo catalán para compensar la subida de las temperaturas y poder mantener así a más altitud la calidad de sus vinos.

En la Rioja también hay empresas que se ha mudado a tierras más frescas. "Hemos pasado de plantar a 450 metros sobre el nivel del mar en Haro a hacerlo a 650 en Celloribo", cuenta Agustín Santaolaya.

En ambos casos recuperan variedades de uva que se habían perdido y que sin embargo cuentan con un gran potencial para adaptarse al clima del futuro. Un futuro que, por otro lado, pasa también por la creación de viñedos ecológicos que garantizan emisiones cero, porque la mejor defensa contra el cambio climático es combatirlo.