Los fenómenos meteorológicos extremos se han concentrado los últimos años. Se trata de eventos impropios de la época del año en la que se producen o mucho más graves de lo esperado. En los últimos 6 años han aumentado un 10,7% en este país, y su coste ha crecido un 62,4% en ese mismo periodo.
En Orihuela, Alicante, aún recuerdan la DANA que azotó la localidad en 2019. El municipio tardó en recuperar la normalidad 45 días. Los fenómenos climáticos extremos han pasado de ser un desastre extraordinario a casi ordinario en esta ciudad. Emilio bascuñana, alcalde de Orihuela, asegura que ya han tenido que gestionar muchas: "Llevamos más de 250 inundaciones".
Todo ello conlleva un gran coste. De hecho, los daños económicos de las catástrofes climáticas han roto récords en nuestro país durante los últimos cinco años. Costes como los generados por la borrasca Gloria, por Filomena o por la nombrada DANA son inasumibles para las aseguradoras.
Pedro Tomey, presidente del Observatorio de Catástrofes de la Fundación AON, ha asegurado que "en España los fenómenos atmosféricos más costosos son las inundaciones, el pedrisco y la sequía", siendo el sector agrario el más perjudicado por estos desastres, y seguido muy de cerca por las economías de casa.
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En apenas una década, el 27% de las viviendas del país han sufrido daños por algún tipo de desastre climatológico. Desde la Unión Europea, advierten de la insostenibilidad del sistema si no se toman medidas de adaptación contra unos fenómenos que han venido para quedarse.
Con algún 'pero'
La Justicia ratifica que llamar "gilipollas" a un jefe no es motivo de despido
Así lo ha ratificado el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM). Eso sí, enfatiza que el insulto debe ser "concreto y aislado" en un contexto determinado, como el caso de un empleado al que le pidieron que se quedara a una reunión al terminar su turno.