Ciaran Danson, un adolescente de 15 años de Blackpool (Reino Unido) fue uno de los testigos del atentado en el Mánchester Arena que acabó con la vida de 22 personas en mayo de 2017. Había asistido junto a su hermana pequeña, su abuela y su tía al concierto de Ariana Grande y se vio envuelto en la estampida y el caos posteriores a la explosión.

Aunque no resultó físicamente herido, aquello le marcó: más de dos años después, sufre terribles dolores que le obligan a usar una silla de ruedas, según informan medios británicos.

El dolor es tal que ni siquiera puede abrazar a su madre y los médicos le han diagnosticado Síndrome de Dolor Regional Complejo (CRPS), un trastorno que atribuyen al estrés postraumático que sufrió por culpa del atentado.

La madre de Ciaran, Lyndsay, regaló a sus hijos, entonces de 13 y 11 años, las entradas a aquel concierto por Navidad, ya que ambos son grandes fans de Ariana Grande. Sin embargo, fue el comienzo de su pesadilla: en las semanas siguientes al atentado, Ciaran empezó a sufrir alucinaciones acerca del atacante suicida y, posteriormente, las secuelas psicológicas se tornaron también físicas.

Comenzó a sufrir dolor en las caderas y las piernas, que al principio su madre no relacionó con el atentado. Los dolores se volvieron tan insoportables que fue ingresado en el hospital el pasado abril, donde le diagnosticaron CRPS, causado, según los médicos, por el trastorno de estrés postraumático que sufrió.

En su prolongado ingreso hospitalario, el joven ha escrito una canción, que ha publicado en Spotify, para tratar de mantenerse positivo. La canción, llamada 'En3my', es una referencia a los últimos tres años de sufrimiento que ha atravesado. Con ella, dice, el joven espera ayudar a otras personas en su situación.