La ola de calor que desde el pasado jueves afecta a toda la Península y durará entre una semana y diez días, dejará este domingo 24 provincias en alerta amarilla y naranja por temperaturas máximas.
Según la web de la Agencia Estatal de Meteorología, este domingo estarán en alerta naranja las provincias de Córdoba, Huelva, Sevilla, Toledo, Ávila, Salamanca, Badajoz, Cáceres, A Coruña, Lugo y Pontevedra por temperaturas máximas que oscilarán entre los 36 y 40 grados.
El amarillo (riesgo) rige en Jaén, Huesca, Teruel, Zaragoza, Ciudad Real, Cuenca, Guadalajara, León, Segovia, Valladolid, Zamora y Madrid, con temperaturas máximas que oscilarán entre los 35 y los 38 grados.
El cielo seguirá despejado en la mayor parte del país, pero se podrán observar algunos intervalos de nubes en el norte de Galicia, zona del Cantábrico y en los Pirineos donde habrá posibilidad de que caiga alguna tormenta débil y aislada. En Canarias, el cielo se mantendrá nublado en el norte del archipiélago.
También soplará viento flojo variable en casi todo el país, y en el cuadrante noroeste peninsular, el viento será flojo a moderado del componente norte. En el tercio sur el viento será de componente este, donde soplará con rachas fuertes en el litoral de Galicia y con intervalos de muy fuerte en el área del Estrecho.
Por ello, se activará la alerta amarilla que supone riesgo por fenómenos costeros en Cádiz y Ceuta y la misma alerta por viento en Cádiz por rachas que alcanzarán hasta los 70 kilómetros por hora en el litoral y los 80 kilómetros por hora en la zona del Estrecho.
Protección Civil y Emergencias advierte de que hay que tener en cuenta de que las altas temperaturas favorecen el riesgo de incendios, por lo que pide extremar las precauciones en este sentido. También aconseja tomar algunas medidas de prevención como limitar la exposición al sol, evitar ejercicios físicos prolongados en las horas centrales del día e interesarse por las personas mayores y enfermas próximas.
Otro de los consejos es mantenerse en lugares bien ventilados e ingerir comidas ligeras y regulares, ricas en agua y sales minerales como frutas y hortalizas así como beber frecuentemente agua o líquidos.