Ya hay voces que cuestionan el modelo turístico de nuestro país: "Hay un poco de burbuja turística", declara Antonio Catalán, presidente mundial de AC by Marriott.

Una fuente de riqueza, más del 11% del PIB, de la que no se puede prescindir, pero sí conseguir de otra manera. "Con menos ocupación y más precio medio", dice Catalán.

Es decir, reduciendo el llamado turismo basura por uno de más calidad. "Si ese hotelero le dijera al tour operador de turismo de borrachera no, no nos interesa, y buscara otro tipo de cliente, lo conseguiría", explica Josep LLuís Ferran, experto en Turismo.

"¿Para eso que hay que hacer? dar más calidad, siempre más calidad", dice Miguel Figuerola, experto en Turismo.

Es lo que hará la galería de los Uffizi, en Florencia. Ver el nacimiento de Venus y el resto de las obras incluirá otros servicios, pero será más caro. Aunque subir los precios no siempre funciona. En Ibiza los precios se han cuadriplicado los precios y la demanda sigue creciendo.

Otras ciudades, como San Sebastián, valoran imponer una tasa turística como Brujas, en Bélgica. Allí, comer sus típicas patatas fritas si no eres local te cuesta un 10% más.

"El turista es un consumidor que cuando llega al territorio no tiene porque ser gravado de forma especial", añade el experto.

Según los expertos el problema está en que todos los turistas vienen en la misma época y a los mismo sitios. "Hay que conseguir que los turistas conozcan la España de interior, la España de historia, la monumentalidad... todo eso no se aprovecha", señala Figuerola.

Diversificación y nuevos productos que reduzcan la presión sobre las zonas más castigadas por el turismo.