2021 está siendo un año negro para el café. Su coste en origen está disparándose y las derivadas de esas cifras repercuten directamente en tu bolsillo. O, mejor dicho, en tu taza. A partir de ahora, beber un café va a valer casi a precio de oro.

Los precios desde el verano están al alza, porque el consumo aumenta más rápido que la producción, y estamos ante una de las peores cosechas mundiales de los últimos años, por culpa de las condiciones meteorológicas.

En tiendas como la de David se subirán los precios directamente ya el año que viene. Será en torno al 5%.

Lo cierto es que no pueden resistir más esa tormenta perfecta: los precios en origen que se han duplicado en un año, se ha encarecido el transporte marítimo y también se ha disparado el precio de la energía.