Trata de personas
Cae una red de explotación sexual en Orihuela que obligaba a las mujeres a prostituirse y a traficar con droga
¿Qué ha pasado? Las mujeres vivían hacinadas en una habitación con tres camas y se las obligaba a estar disponibles las 24 horas del día sin opción a rechazar clientes.

La Policía Nacional ha liberado en Orihuela, Alicante, a ocho mujeres a las que se explotaba sexualmente en un piso prostíbulo. Además, han detenido a dos personas por su presunta implicación en delitos relativos a la prostitución, contra la salud pública y blanqueo de capitales.
La investigación dio comienzo después de una información que hacía referencia a que varias mujeres, todas de origen sudamericano, estaban siendo explotadas sexualmente en un piso de Orihuela. Es entonces cuando la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras de la Policía Nacional de Alicante se hizo cargo de la investigación, practicando así las primeras diligencias que confirmaban la veracidad de la información.
A las víctimas, según apuntan, se las captaba mediante engaños y aprovechando además su situación de vulnerabilidad económica. Se las ofrecía, además, unas condiciones laborales que no se cumplían y que derivaban en explotación sexual.
Se sometía a las mujeres a un estricto control. No tenían llaves de la vivienda, sólo podían salir para comprar comida y las vigilaban mediante un sistema de cámaras. Además, se registraba cuánto ingresaban y el rendimiento laboral en una agenda. Además se las forzaba a participar en actividades relacionadas con el tráfico de drogas, y debían acudir a un punto de entrega en el que recogían la cocaína que escondían en paquetes de tabaco o bolsas plásticas.
Hacinadas en una pequeña habitación que contaba con tres camas y una ventilación mínima, cuando el número de mujeres era superior a seis alguna tenía que dormir en la sala destinada a los servicios sexuales.
La operación se salda con dos detenidos
Tras completar la investigación, los agentes llevaron a cabo la fase de explotación de la operación en un piso de Orihuela. Allí se liberó a las ocho mujeres, con edades comprendidas entre los 24 y los 51 años, y se detuvo a dos personas, un hombre de 57 años y una mujer de 48.
Él es quien se encargaba de captar a las víctimas, mientras ella gestionaba el prostíbulo cuando el primero no estaba. Imponía tanto las tarifas como las condiciones de los servicios, en cantidades que oscilaban entre los 20 y los 100 euros. A las víctimas se les exigía el 50% de sus ingresos y estar disponibles las 24 horas, sin opción alguna de rechazar clientes.
En el registro del piso, además, se han intervenido siete envoltorios de cocaína, tres botes de 'popper', 29 pastillas potenciadoras del rendimiento sexual, 350 euros en efectivo, dos teléfonos móviles y documentación relacionada con la explotación sexual.
Con los beneficios de esta actividad ilícita, los detenidos habían adquirido el inmueble donde se desarrollaban los hechos. Los arrestados fueron puestos a disposición del Juzgado de Instrucción de Guardia de Orihuela.