En un comunicado, Oxfam Intermón recuerda estos datos con motivo de la conmemoración del Día Mundial del Retrete, en el que señala que un total de 842.000 personas mueren cada año por la diarrea, causada por un saneamiento inadecuado, falta de higiene y agua sucia.
De estas muertes, según la ONG, 361.000 corresponden a menores de 5 años, lo que significa que cada hora 40 niñas y niños fallecen en el mundo a causa de la diarrea que, señalan, prácticamente en la mitad de los casos se podría evitar con solo lavarse las manos con agua y jabón.
"La falta de agua potable, saneamiento e higiene dispara los índices de mortalidad hasta niveles inaceptables. Cuando los afectados por estas enfermedades son personas tan vulnerables como niñas y niños que, además, están malnutridos, una simple diarrea se convierte en un asunto de vida o muerte", ha señalado José María Vera, director general de Oxfam Intermón.
Según datos de Naciones Unidas que recoge esta ONG, el 60 por ciento de la población mundial, unos 4.500 millones de personas, no tiene aseos en su hogar y en torno a 1.800 millones de habitantes del planeta beben agua no potable que podría estar contaminada por heces.
Añaden que el agua en mal estado es el causante del 80% de las enfermedades en el mundo y que la mayor parte de las veces se debe al consumo de agua sucia o a la falta de saneamiento e higiene.
Según datos de Oxfam Intermón, el 40 por ciento de las muertes por diarrea en emergencias corresponden a menores de 5 años. Para tratar de paliar esta situación, la ONG ha puesto en marcha la campaña de Navidad #UnGranReto con el objetivo de conseguir que 62.000 niñas y niños en situación de emergencia tengan agua limpia para lavarse las manos y así evitar el contagio de enfermedades mortales.