Durante más de una hora, Kuru Villacieros, empresario, vivió una auténtica tortura. Unos encapuchados entraron en su casa cuando estaba solo: "Vi a tres individuos vestidos de negro con un verdugo". Según cuenta, pudieron colarse porque había dejado la puerta de la cocina abierta para que su perro saliera al jardín. "El error fue dejar la puerta abierta", lamenta ahora. Los agresores se ensañaron rápidamente con el empresario.
Utilizaron, tal y como denuncia la propia víctima, pistolas táser con las que le dieron varias descargas: "Me dieron con las pistolas en las piernas y me caí a plomo. Se pasa muy mal en las descargas". Después, comenzaron a robar todo. "La primera pregunta fue dónde está la caja fuerte, y les dije que no tenía". La violencia con la que actuaron los agresores, según asegura el empresario, fue brutal.
"Me arrastraron y me metieron en la bañera atado", relata. Poco después, uno de los asaltantes lo amenazó con matarlo si no le daba el dinero: "Sacó una pistola real, me la puso en la cabeza y me apretó contra la pared". Consiguieron llevarse algo de efectivo, varios relojes, joyas y también le robaron el coche. "Dejaron todo tirado, no podías pasar", detalla la víctima, aún teniendo muy presente lo vivido.
Ahora se recupera de los numerosos golpes que recibió por todo el cuerpo. El que más le preocupa es el del ojo porque no sabe si podría perder algo de visión. Su mujer asegura que aún tienen miedo: "Yo pensaba que me lo habían matado". La investigación se centra ahora en visionar cámaras de tráfico y en recopilar posibles huellas que los individuos hayan dejado en la casa durante el atraco y la agresión.
Otro gasto más
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