Las gallinas ya no pueden vivir libres en varias comunidades autónomas, como Galicia, donde los criadores han decidido confinarlas tras registrarse un foco de gripe aviar en Lleida que ha elevado el nivel de alerta. "Antes podían disfrutar de un gran espacio, y ahora las hemos tenido que confinar en un espacio un poco más reducido para que no tengan contacto con las aves silvestres", ha señalado José Miguel Martínez, criador de gallinas en Mos.

Así, para evitar el contacto con las aves migratorias, las de corral están confinadas en Cataluña, así como en muchos ayuntamientos de comunidades como Asturias o Galicia. En este sentido, Jesús Orejas, Jefe de Servicio de Seguridad Animal de la Xunta, indica que los síntomas de la gripe aviar "son principalmente respiratorios, con tos, estornudos, y aumento de secreciones nasales en las aves".

El riesgo para humanos es mínimo. Sin embargo, los criadores han tenido que encerrar a sus aves. "Hemos tenido que poner una malla tanto por los alrededores, como por la parte de arriba, un espacio totalmente cerrado para que no puedan tener contacto las aves silvestres con las gallinas", ha explicado José Miguel Martínez.

Por su parte, Diana Devesa, criadora de gallinas de Mos, destaca que cuando son encerradas, las aves "se vuelven más agresivas, se pueden pelear entre ellas, e incluso matarse".

En Galicia, muchos vecinos tienen gallinas en casa y suelen estar libres, por lo que el confinamiento está siendo complicado. Además de cercar a las gallinas para evitar su contacto con las aves migratorias, la Xunta obliga a aquellos criadores para autoconsumo a registrar sus gallineros. Mientras, los productores esperan que el brote pase rápido para que las aves puedan volver a cacarear en libertad.