Agentes de la Ertzaintza fueron recibidos a botellazos cuando trataban de disolver un botellón en Santurtzi. Los agentes fueron increpados, rodeados y agredidos en una plaza cuando pretendían dispersar a un numeroso grupo de personas que bebía en la calle.

Dos agentes han resultado heridos y siendo trasladados en ambulancia a un centro hospitalario, uno de ellos precisando intervención quirúrgica en la mandíbula y con múltiples contusiones en todo el cuerpo.

Dos hombres han sido detenidos: uno acusado de delitos de atentado y lesiones y otro por delitos contra la seguridad vial y desórdenes públicos.

No han sido los únicos irresponsables. 76 personas han recibido sanciones por infringir la normativa sanitaria en diferentes municipios vascos. Entre ellas, un grupo de jóvenes que estaba de fiesta en un bar de San Sebastián.

También anoche a partir de las ocho de la tarde un dispositivo preventivo de la Ertzaintza para tratar de garantizar la normativa sanitaria contra la pandemia del coronavirus tuvo que intervenir por la concentración de varios grupos de personas en diferentes calles de la Parte Vieja de San Sebastián, tras haber convocado un botellón por redes sociales.

Cuando llegaron los agentes les arrojaron botellas y material pirotécnico y un total de nueve personas fueron identificadas en dichos altercados, que finalizaron hacia las diez de la noche.

En el municipio guipuzcoano de Pasaia, poco antes de las nueve de la noche, una veintena de personas realizaba un botellón en una plaza y al llegar varias patrullas de la Ertzaintza fueron recibidas con insultos y el lanzamiento de botellas. Además, prendieron fuego a un contenedor.

Otras intervenciones contra irresponsables

La Guardia Urbana de Barcelona encontró a 140 personas que tocaba música y tomaba alcohol por la noche en el teatro griego del Montjuic. Han sido denunciados y sancionados.

Las agrupaciones espontáneas también se han visto en Zaragoza, con la calle Alfonso abarrotada de gente durante un concierto improvisado, imágenes que han corrido como pólvora en las redes sociales.

Entre 100 y 200 personas asistían a una actuación de un músico callejero cuando llegó la policía local y pidió que se disolvieran. Aunque llevaban mascarilla, no respetaban la distancia de seguridad. Incluso se vieron parejas de baile.