El pasado 12 de abril varios trabajadores de una planta petrolífera en el golfo de Tailandia divisaron en alta mar a Boonrod, un perro mestizo de menos de dos años de edad que presentaba síntomas de deshidratación.

El animal se encontraba aferrado a uno de los palos de la central a 200 kilómetros de la costa y, gracias a la rápida actuación de los tres empleados, pudieron rescatarle sano y salvo. Inmediatamente fue trasladado en barco a la clínica veterinaria 2 Talay en Songkhla.

Según han apuntado voluntarios de la cínica, Boonrod, que "está bastante alegre y ya puede comer", se podría haber caído de algún barco pesquero.

No obstante, las buenas noticias no acaban para este "superviviente milagroso" (significado de su nombre en español) puesto que uno de sus salvadores ha decidido adoptarlo ya que nadie lo ha reclamado.

Para finales de mes Boonrod podrá estar con su nuevo dueño, Vitisak, en su nuevo hogar.