Ha pasado de ser un vino menos común, que hasta costaba encontrar en todos los restaurantes, a ser uno de los más consumidos. El Godello se ha convertido en uno de los vinos blancos gallegos de moda. Se trata de un "vino joven, afrutado" que "en nariz es muy floral, muy frutal", según explica María Jesús Álvarez, de Bodegas Santa Marta, en Valdeorras.

De esta comarca orensana es originaria la variedad de uva que da nombre a este vino, que crece en cepas en un suelo de "pizarra degradada", según detalla José Ramón Rodríguez, presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Valdeorras. El año pasado, en esta Denominación de Origen se produjeron más de tres millones de litros de Godello y la superficie plantada se ha duplicado en la última década.

"Cuando empezamos, el 80% del vino que se vendía era tinto y el 20% blanco y ahora es justamente al revés", ilustra al respecto Álvarez. Pero no siempre fue así y de hecho esta uva estuvo a punto de desaparecer, de acuerdo con Rodríguez, que recuerda que "en el siglo XVIII hubo la plaga de la filoxera, que acabó con todo el viñedo". "Se replantó con variedades muy productivas, las variedades autóctonas se perdieron", apunta.

Ahora, es caro y complicado encontrar terrenos para producir esta uva porque hay poco suelo y mucha demanda, al punto que, según señala Rodríguez, "hace como 10 años tú podías comprar una hectárea de terreno por unos 30.000 euros" y "hoy en día se ha duplicado" su precio.

Entretanto, este vino ya viaja por todo el mundo, con Reino Unido como principal comprador, y lo encontramos en todos los bares y vinotecas. Xavier Arbués, fundador de Marieda e Vencerás, señala que los dos vinos blancos que más vende en su negocio son precisamente dos Godellos. Un vino que sigue creciendo y con el que brindamos este verano.