Los bomberos de O Salnés, en Pontevedra, llevan más de dos años de huelga pero, tras varias manifestaciones, en la práctica, siguen trabajando con unos servicios tan mínimos como los ordinarios.
Alberto Castro, representante sindical de los bomberos de O Salnés, explica que "realmente son los que estamos el día a día, lo normal son tres personas y los servicios mínimos que tenemos son tres". Por ello, añade, que "consideramos que se está vulnerando nuestro derecho a huelga".
Aunque los efectos apenas se notan, las reivindicaciones están muy presentes. La falta de coordinación y la escasez de personal es uno de los principales motivos de protesta. Por ejemplo, en Ribadumia tienen tan solo tres efectivos por turno y cuatro vehículos.
Alberto Castro explica que "esta huelga empezó hace dos años, en solidaridad con unos compaleros que habían echado del parque, por causas injustificadas y se prorroga en solidaridad con los compañeros del consorcio de la Coruña".
Porque en la provincia coruñesa también están en pie de guerra. La empresa que los gestiona pretende negociar un nuevo convenio empeorando las condiciones.
Y como el malestar es general, todos los parques de bomberos de Galicia en manos privadas han anunciado una protesta conjunta. Quieren acelerar la creación de un estatuto del bombero que les dé más estabilidad.