El autodenominado 'Comando Loctite' se dedica a romper y sellar con pegamento los candados donde los propietarios de pisos turísticos dejan las llaves a sus huéspedes.

Son vecinos del barrio madrileño de Malasaña hartos de tener que soportar a extranjeros que ponen en peligro la seguridad de sus calles, algo que se intensifica esta semana con la llegada de los hinchas ingleses.

A través de Twitter avisan dónde hay candados y otros, de manera anónima, los inutilizan poniéndoles pegamento o los destrozan para que no puedan sacarse las llaves. Éstas se encuentran anclados en las fachadas, farolas o incluso en los aparcamientos de bicicletas.

Los vecinos se quejan que no hay una vigilancia en los inmuebles ya que, al recoger las llaves en el exterior los propietarios se desentienden de cuántos turistas pernoctan o si son de confianza.

"¿Cuántos son? ¿Quiénes son' ¿Están identificados? No sabemos si pueden ser terroristas", explica un vecino.

Además, desde las asociaciones como SOS Malasaña denuncian que el sistema, además de inseguro, hace negocio en el espacio público.