Los vecinos de Totalán llevan bolsas con bocadillos para todos los efectivos que trabajan sin descanso en el rescate de Julen. Son voluntarios de Protección Civil que desde primera hora llenan vasos para recargar energías: reparten café y caldo caliente.

"Intentamos que todas las personas tengan lo que necesitan en cada momento para que no paren de trabajar", explica un miembro de las labores de rescate. Totalán es un pueblo tocado por la tragedia que intenta ayudar como puede. "Estamos reaccionando como tenemos que hacerlo", afirman los vecinos.

Así, por ejemplo, desde su supermercado, Fernando ha mandado 400 bocadillos. Además, hay vecinos que ofrecen sus casas para comer, dormir y lo que haga falta. Desde la entrada del municipio hasta la zona del rescate han plasmado con pancartas la fuerza que mandan a la familia y a Julen. Todos con ellos.