El gobierno local del municipio malagueño de Benalmádena ha modificado su ordenanza que regula el bienestar, la protección y tenencia responsable de los animales para minimizar el efecto de las micciones de las mascotas en la calle según 'La Opinión de Málaga'.

A partir de ahora, los dueños tendrán que limpiar los restos de orina de sus mascotas cuando éstas hagan sus necesidades en la calle. Deberán llevar una botella con jabón o vinagre para minimizar el efecto de la orina en la vía pública, tendrán que evitar que sus animales orinen sobre el mobiliario urbano, edificios, farolas y vehículos y deberán pasearlos por las zonas caninas habilitadas para ellos.

"Prescindiendo de otras posibles alternativas, como la creación de algún impuesto o tasa especial, hemos optado por estas modificaciones en la ordenanza para que la responsabilidad de los dueños de mascotas vayan más allá de la recogida de las heces, sumando así la obligación de minimizar el impacto de las micciones con el uso de agua con jabón o vinagre, contribuyendo así a la mejora de la convivencia", ha declarado el alcalde del municipio Víctor Navas.

En caso de no cumplir estas nuevas obligaciones se sancionará a los dueños con una multa económica, aunque aún se está trabajando en modificar la ordenanza fiscal para que se permita recoger esta cuantía.

"Con la modificación de la ordenanza damos respuesta a una demanda de buena parte de la ciudadanía, que nos habían comunicado su malestar por este aspecto: a nadie le agrada que una farola o una esquina próxima a su vivienda se encuentre perpetuamente llena de orines", ha añadido el alcalde.

Esta nueva ley, que cuenta con el apoyo de colectivos animalistas del municipio, llega después de que los vecinos se quejasen del mal estado y la poca limpieza de sus calles.