El tiempo jugaba en contra de Charlie, un niño de Reino Unido que nació con una enfermedad del corazón y la única solución que los médicos encontraron para el pequeño era un trasplante. El bebé fue incluido en la lista de espera hasta que llegara un corazón para él.

A pesar de que día tras día sus padres iban perdiendo poco a poco la esperanza, finalmente, llegó una buena noticia para todos. Había un corazón que podía ser compatible con Charlie.

En ese momento, rápidamente los médicos prepararon todo lo necesario para la intervención y procedieron a operar al bebé durante nueve horas.

Ahora, el niño se recupera mientras sus padres todavía no pueden creer lo que ha ocurrido. "El color de su piel es sorprendente: estaba azul y ahora pasa a ser rosa y rosa; perfecto, parece un milagro", afirma la madre del niño en declaraciones recogidas por el Daily Mail.

La madre también ha querido agradecer la solidaridad a la familia que decidió donar el corazón de su bebé: "Una familia increíble nos dio el regalo más increíble, en su momento más oscuro pensaron también en otra persona".