Carmine Martino, de 20 años, se quedó dormido con su hijo de dos meses en el sofá y cuando se despertó el pequeño había fallecido, asfixiado entre el sofá y el brazo de su padre.

Según Metro, el joven trabajaba en la construcción durante 13 horas diarias y solicitó un día de fiesta para pasarlo con su familia y adornar la casa con motivo de la celebración de la Navidad. Sin embargo, horas después se quedó dormido viendo un partido con su hijo y ocurrió la tragedia.

La madre del pequeño, Hayley Gavrilis, de la misma edad, también estaba durmiendo y cuando se despertó se dio cuenta de lo sucedido. Los dos jóvenes intentaron sin éxito reanimar a su hijo, confirmando los médicos su muerte horas después.

La pareja, que estaba atormentada por lo ocurrido y sufría estrés postraumático, se separó un mes después. "No hay manera de vivir con algo como esto y las imágenes de realizarle la RCP me seguirán siempre", ha afirmado Carmine.

Haley, por su parte, ha explicado que le han diagnosticado ansiedad, que aún sufre ataques de pánico y que llora más de 10 veces al día. "Todavía estoy pasando por el proceso de duelo y cada día es peor", ha añadido.

La pareja se siente culpable y afirma que ahora son muy conscientes de los peligros de quedarse dormidos con un recién nacido. Quieren asegurarse de que ningún otro padre pase por el trauma que ellos están experimentando.