Los padres de un bebé de tan solo 11 meses han denunciado que su hijo se tragó accidentalmente una pastilla de éxtasis en un parque infantil de Perales del Río (Getafe), donde la habría cogido del suelo. Según ha explicado la madre del menor, que no ha sufrido secuelas, estaban sentados jugando en el suelo del parque cuando el niño se metió algo en la boca.

"Le veo tirando el chupete y que se lleva algo en la boca", ha explicado Andrea, la madre, en declaraciones a 'Espejo Público'. "Intento meterle el dedo en la boca, tardé un poquito en conseguirlo pero cuando lo saqué había trocitos azules", ha agregado.

Según su relato, al ver que el niño tenía la saliva de color azul, lo llevó a casa a lavarle la boca y llamó a urgencias para preguntar qué podía pasar si el bebé había ingerido tiza. "Lo primero que pensé fue que había comido tiza", ha indicado.

Sin embargo, ante la rigidez del niño, que tenía "la mirada perdida", sus padres decidieron llevarle rápidamente al Hospital 12 de Octubre, donde los médicos lo estabilizaron. "Vino la pediatra y nos dijo que en las pruebas de orina salió éxtasis", ha relatado Andrea.

Sin embargo, los progenitores han manifestado su preocupación porque el informe de alta recogía entra las observaciones que existía "riesgo social" a pesar de que el niño "está sano y está al día con las vacunas". Algo que, creen, les "pone en el punto de mira" como responsables de la intoxicación.

La pareja, que ha denunciado el caso ante la Policía, asimismo lamenta que el informe recogiera su origen rumano, algo que, creen, no hubiera ocurrido si no fueran inmigrantes. "Si fuera una familia española con un caso como este dudo muchísimo que en el informe ponga 'origen español'", apunta Andrea.

Ante el temor de que pudieran responsabilizarles a ellos y de que peligrara la custodia del niño, ambos se han sometido a análisis de drogas que han dado un resultado negativo. "Siendo inmigrante siempre tienes la impresión de que tienes que demostrar que eres decente", lamenta la madre.