La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha anunciado que, a partir de enero de 2020, entrará en vigor la zona de bajas emisiones en la ciudad condal. El área, de 95 kilómetros cuadrados, es 20 veces lo que supone Madrid Central y estará vigilada por 70 cámaras.
"No es una medida contra nadie sino que es una medida a favor de toda la población, a favor de la salud, a favor de la vida", ha declarado Colau. Esta zona funcionará de siete de la mañana a ocho de la tarde y de lunes a viernes.
Desde el Ayuntamiento han calculado que esta medida causará que 50.000 vehículos contaminantes dejen de circular por Barcelona. El objetivo es que, en 15 años, se consiga reducir en un 30% los niveles de contaminación en la ciudad.
"Queremos no tener 350 muertes prematuras solo en la ciudad de Barcelona debidas a la contaminación", ha afirmado la edil. Las sanciones comenzarán en abril del próximo año, aunque la ordenanza todavía tendrá que ser aprobada en pleno del Ayuntamiento. El proyecto, que sigue la línea de otras ciudades europeas como Berlín, Ámsterdam, Roma o Madrid, ha sido bien recibido por los ciudadanos.