El transporte público de Barcelona tendrá una importante novedad a partir del 1 de febrero. Y es que, como medida temporal que se alargará un mínimo de seis meses, no estará permitido introducir el patinete eléctrico ni en el Metro ni en los autobuses.

No será hasta que no haya una nueva regulación cuando se elimine esta prohibición. El motivo tiene que ver con la seguridad, una alarma que saltó con una explosión ocurrida en noviembre de una batería de uno de estos vehículos en un vagón de Cercanías en Sant Boi de Llobregat.

Entre los usuarios, la medida no ha gustado por lo general, dada la popularidad de este medio de transporte. Sin embargo, quien no cumpla la norma y entre en el transporte público con el patinete podría enfrentarse a una sanción de 200 euros.

Barcelona es la primera ciudad en tomar esta medida. En Madrid, restringen su acceso y el de bicicletas, pero solo en horas puntas por cuestiones de aforo. Otras ciudades, como Valencia, no tienen restricciones, siempre y cuando estén perfectamente plegados y no molesten a otros viajeros.