Pionero, inclusivo y sobre todo necesario: "En Barcelona estamos muy felices porque es un orgullo que una vez más esta ciudad sea pionera en la defensa de las libertades y los derechos de todo el mundo y en concreto del colectivo LGTBI", dice la alcaldesa Ada Colau.
Entre sus funciones está la de dar visibilidad y velar por lo que es suyo: los derechos de este colectivo ante las instituciones. 1.254 metros cuadrados que servirán de centro neurálgico para la misma lucha: la de las asociaciones LGTBI de la ciudad y también de vivero para las agrupaciones que vendrán.
El centro, que también contará con un servicio de documentación especializado y un espacio de salud sexual, se ocupará, sobre todo, de lo básico. "Una ciudad realmente democrática que sea más justa, más libre y más feliz", asegura Colau. Sus puertas ya se han abierto con esa misión para no volver a cerrarse.