Eran las seis de la tarde cuando arrancaba la manifestación. A la cabeza, policías, bomberos, servicios médicos... representantes de la sociedad civil unidos bajo un sólo lema: "No tinc por". Los gritos unánimes contra el terror que surgían de lo más profundo de los corazones de quienes marchaban en Barcelona.

Más de medio millón de personas respondieron a la llamada por la paz. "Es emocionante, la unión hace la fuerza", destacaron. Además, los asistentes dejaron escenas para la historia como un furgón de los Mossos que en un acto espontáneo terminó cubierto de flores o los continuos gestos de agradecimiento hacia sus agentes y hacia los equipos de emergencia que se repitieron durante todo el recorrido.

"Para darles apoyo tras esta semana tan trágica", señala un ciudadano mientras que otro destaca que le da "un punto de orgullo que la gente salga a la calle". El recorrido estuvo adornado con 70.000 rosas rojas, blancas y amarillas, los colores de la ciudad condal, que se repartieron de forma gratuita a pequeños y mayores, igual que las decenas de carteles contra el miedo que llegaron a lo más alto.

La manifestación terminó en Plaza Cataluña. Allí, Rosa María Sardá y la activista Miriam Hatibi leyeron un comunicado por la paz en todo el mundo. Además, como colofón, dos violonchelos hicieron sonar una canción en memoria de las víctimas mientras se proyectaba un vídeo en su memoria. Ocho días después del terrible atentado Barcelona dio al mundo, una vez más, toda una lección de paz y unidad.