Acoso a las ballenas que migran por el litoral alicantino. En los últimos días se han repetido imágenes de embarcaciones persiguiendo a gran velocidad a grupos de rorcuales que preocupan a los investigadores marinos. "Causa molestias a los animales y los pueden poner en peligro. También pueden poner en peligro la embarcación", apunta Eduard Belda, investigador del UPV Proyecto Cabo Rorcual. La proximidad de los barcos a motor puede estresar a ballenas y sus crías.

"Cuando son muy dependientes de la madre o del grupo y hay una separación, un alto nivel de ruido en el mar impide que se comuniquen de forma adecuada", explica José Luis Crespo, miembro del grupo de Conservación de la Fundación Oceanogràfic. La ley prohíbe acercarse a menos de 60 metros y navegar a gran velocidad alterando su rumbo. "Son hasta 200.000 euros de multa. Hay que mantener la distancia, se van a poder ver igualmente y al no molestarlas se van a ver de forma más regular", recuerda Eduard Degollada, presidente de la Asociación Edmaktub.

De mayo a julio, Dénia se convierte en el mayor punto de avistamiento de ballenas rorcuales de toda la Comunidad Valenciana. En 2021, se avistaron 92 ejemplares. Se trata de un creciente atractivo turístico para barcos que hacen su ruta por el litoral. "Todos los barcos llevan un protocolo que es fundamental para avistamiento de cetáceos, y se lleva a rajatabla", asegura Ricardo Camaño, jefe de flota de Mundo Marino.

Las empresas que alquilan barcos a particulares aseveran asimismo que explican a los usuarios cómo comportarse ante un avistamiento. "Nos avisan y nosotros por radio les decimos que se han metido en una zona en la que no deben", dice Roberto Sánchez, propietario de un negocio de alquiler de barcos en Dénia. La Generalitat Valenciana va a incrementar el servicio de vigilancia marina para controlar embarcaciones y garantizar la protección de los rorcuales en época de migración.