Insultos y tensión ante la que podría ser la última corrida de toros tradicional en Baleares. Unos y otros sólo comparten una cosa: a ninguno le gusta la 'Ley de Toros a la Balear'.
"Ha sido todo un engaño, pero nosotros seguiremos luchando", afirma una antitaurina. "A mí me parece que el toro tiene que morir en la plaza", sostiene un aficionado de la fiesta.
Jorge Campos, presidente de la Fundación Círculo Balear, cree que las corridas volverán a celebrarse como siempre. "Esta ley no tiene continuidad ninguna. Creo que el recurso constitucional va a surtir efecto y ocurrirá lo mismo que en Cataluña".
Dentro de la plaza, ante la mirada de la infanta Elena y sus hijos, se volvieron a oír los gritos de "libertad". Estaban quizá ante el que podría ser uno de los últimos toros que muere en Palma.
Mentras Talavante salía a hombros, su compañero Cayetano Rivera confiaba en volver a la plaza. Saber si es la última corrida o no, ahora depende del Tribunal Constitucional.