Miguel Joaquín tiene doce años, es valenciano y padece Displasia muscular de Duchenne. Para combatirla, realiza ejercicios todos los días. Existe un fármaco en fase experimental que puede alargar su esperanza y su calidad de vida, pero la sanidad valenciana les ha denegado su uso, a pesar de que en otras comunidades si se utiliza la medicación por vía compasiva.

Mariam también tiene un problema con los medicamentos. Su hija de siete meses sufre una grave cardiopatía, además de otras enfermedades. Compra medicamentos por valor de 350 euros al mes, pero la ayuda que recibe es insuficiente. En el paro, con seis hijos y dos de ellos con discapacidad, denuncia sentirse abandonada por la administración valenciana.