Los bañistas de la playa de Poo, ubicada en la localidad asturiana de Llanes, asistieron con sorpresa a la aparición de un tiburón, de metro y medio de longitud, que nadaba en círculos a escasos metros de la arena.
Las autoridades locales prohibieron el baño durante toda la mañana con el fin de evitar incidentes. Ya por la tarde, la normalidad volvía a la playa, con el escualo retirado al fin de las zonas de baño.