Las botellas de bebidas alcoholizadas siempre han estado coronadas con un elemento de seguridad anclado a su cuello. Pero este galardón ahora ya lo llevan productos de lo menos usuales. ¿Alguna vez han visto una lata de mejillones encerrada en una caja de seguridad? Pues ahora es más habitual encontrar productos de bajo coste protegidos a conciencia.

Entre los posibles motivos, hay expertos que lo asocian a la subida del precio de la cesta de la compra, al encarecimiento de los carburantes y al elevado coste de la electricidad. Según la Asociación de Fabricantes y Distribuidores (AECOC), al año se pierden 1800 millones de euros en hurtos a tiendas y supermercados, aunque la tendencia ha variado y los robos se enfocan a artículos menos usuales.

Ya no son los productos más caros, los más acechados por los ladrones. Ahora, hay productos que cuestan poco más de un euro y que están en el punto de mira. Entre ellos, la charcutería ibérica, los chocolates e incluso las cápsulas de café.

Uno de los productos bajo llave más curiosos es el 'Avecrem'. Su precio no supera los tres euros y en algunos supermercados ya han optado por blindarlo en cajas de seguridad. Los hurtos de esta especia para sopas se han incrementado sobre todo en Galicia. Según la Policía, podría deberse a que, por su color y consistencia, se camufla muy bien con la heroína y que, este caldo de pollo, podría estar siendo utilizado para cortar droga. Otro de los motivos podría ser que las familias, ante la subida del precio de los productos básicos, han optado por las sopas de pollo como una solución más asequible.

A este tipo de robos se les denomina 'delitos contra el patrimonio', no por la cantidad robada, si no por el perjuicio patrimonial que causa a las empresas que los sufren. Las penas por estos hurtos, para quienes no tienen antecedentes, son de multas económicas de entre 1 y 3 meses, que se suelen traducir en el pago de cinco a seis euros al día durante un mes laboral.

Este delito, según la Policía, se ve alimentado por la reventa. Productos de un determinado coste, se venden a mitad de precio en puntos de venta ilegales. Mientras esto ocurra, dicen, seguirá habiendo hurtos. Algo, que, según los agentes, no es solo culpa del vendedor, si no, también, del comprador.

Para combatir esta situación, los supermercados sugieren fomentar la venta por internet. Además de aumentar la seguridad de los productos más robados. Algo que supone un incremento de costes para los vendedores debido a que cada sistema de seguridad individual ronda los diez euros de media.

Así que, a partir de ahora, será más usual ver cuñas de queso con alarmas, tarrinas de helado en cajas de seguridad y pastas de dientes bajo llave. Una inversión en seguridad, para que los ladrones se lo piensen antes de robar comida de gatos, salchichas alemanas y todo tipo de productos que cada día se vuelven más apetecibles para los 'cacos'.