El volcán de La Palma avanza ya hoy en su tercer mes de erupción con varios datos que permiten ser un poco optimistas. Por un lado, la lava fluye prácticamente en su totalidad sobre las anteriores coladas y por otro, los técnicos hablaban ayer de una sensación de que el volcán "tiene cada vez menos energía".

Según los últimos datos difundidos por la dirección del PEVOLCA, el aporte de lava discurre por las coladas existentes en un único cauce que se bifurca en ocasiones, especialmente en la zona baja, y llega al mar por tres puntos.

Hoy la que tiene más "alimentación" es la novena, la situada más al sur, y entre ésta, la primigenia y la número 2 han conformado el crecimiento del delta lávico, que ya está situado encima del generado por el volcán de San Juan (1949). Pero el director del PEVOLCA, Miguel Ángel Morcuende, subrayaba ayer sobre todo que no hay derrames de lava y por lo tanto, no se están generando problemas añadidos "a lo que es la pura emergencia", esto es, daños para "vidas y haciendas".

No obstante, las cifras de la destrucción siguen siendo enormes. La superficie afectada por la erupción volcánica alcanza las 1.019,79 hectáreas, 1,12 hectáreas más que en la última actualización, crecimiento que corresponde al delta lávico. La anchura máxima entre coladas se mantiene en 3.100 metros.

Por otra parte, a pesar de que la emisión de dióxido de azufre asociada al penacho volcánico fue menor que en días anteriores, ésta continúa siendo alta.

En cuanto a la sismicidad, se mantiene el nivel a profundidades superiores a 20 kilómetros, pero la intermedia continúa siendo baja y localizada en las mismas zonas. Ayer se producían un total de 37 seísmo y esta mañana llevamos menos de 20 hasta las 7.30 horas. El de mayor magnitud ha sido de 4,4. Así, la amplitud sísmica ha caído a los niveles más bajos de todo el episodio (es equiparable al 27 de septiembre y antes de la erupción). También se desploma la deformación registrada en la estación de Jedey, la más cercana al volcán, donde es de sólo 4 centímetros.

El sistema "tiene cada vez menos energía"

María José Blanco, directora IGN en Canarias

Los científicos que siguen la evolución del volcán de La Palma continúan observando un descenso de los distintos parámetros asociados a la erupción (sismicidad, amplitud del tremor, deformación, niveles de emisión de dióxido de azufre), lo que da la sensación de que el sistema "tiene cada vez menos energía".

La directora del Instituto Geográfico Nacional (IGN) en Canarias, María José Blanco, indicó que si bien es cierto que se está produciendo un descenso casi continuado de estos valores, en las últimas semanas se han registrado picos de algunos observables, como por ejemplo de la sismicidad intermedia.

Por tanto, reiteró que hay que esperar a que haya "una tendencia a la baja pero mantenida" de estos parámetros, pues aunque están "con una tendencia o bien mantenida y estable desde hace tiempo o bien a la baja, esto se tiene que mantener en el tiempo".

En el caso concreto de las emisiones de dióxido de azufre (SO2), la portavoz del Comité Científico aclaró que, aunque todavía se están observando niveles altos, son más bajos que en otros días, pero reiteró que tiene que bajar "mucho más" para que se pueda decir que es un nivel realmente bajo.