Tomás Gimeno asesinó a su hija Olivia asfixiándola antes de arrojarla al mar. Es la conclusión a la que ha llegado la autopsia realizada a la niña de seis años cuyo cuerpo fue encontrado en el fondo del mar el pasado 10 de junio de 2021 por el buque oceanográfico Ángeles Alvariño.

El informe forense señala que fue "una muerte violenta", de etiología médico legal "homicida", siendo la causa fundamental "compatible con una asfixia mecánica por sofocación" y la causa inmediata o última "compatible con un edema agudo de pulmón".

Se trata de una de las dos menores que desaparecieron junto a su padre en Tenerife y por lo que la madre interpuso una denuncia, lo que llevó a largas semanas de intensa búsqueda por mar y por tierra.

La autopsia sitúa la muerte de la menor entre las 19:54 y las 21:00 horas del 27 de abril de 2021, el mismo día de la desaparición de las dos hermanas, supuestamente asesinadas por su padre, Tomás Gimeno, que en la actualidad sigue desaparecido.

Los análisis de sangre, líquido pericárdico y contenido gástrico realizados por los laboratorios forenses en muestras orgánicas de la pequeña no detectaron presencia alguna de "sustancias de interés toxicológico".