Dos miembros del tribunal de 'La Manada' justifican que quede en libertad porque aseguran que no hay riesgo de fuga porque todos conocemos sus caras y porque no tienen dinero para fugarse.

"Consta las insolvencia de todos los condenados, (...), careciendo todos ellos de medios económicos para procurarse una fuga eficaz, instalándose en algún lugar en el que no pudieren ser hallados si tratasen de huir", se lee en el auto.

Además, consideran que han perdido el anonimato: "Ya no pasarán desapercibidos donde vayan, ni podrán llevar una vida normal".

Para ellos, estos son motivos por los que no les resultaría fácil cometer un delito: "La presión que ha desatado (el caso) ha alimentado un rechazo social de tal magnitud (...) que permite cuestionar el riesgo de reiteración delictiva y extraordinarias dificultades para que puedan desarrollar una vida social normalizada en libertad".

Además, creen que mientras estén en libertad tampoco podrán ocultar pruebas de otros delitos. Una decisión que sorprende cuando cuatro de ellos tienen una causa pendiente por un presunto abuso sexual en Pozoblanco.

El auto dice que "se trata de hechos (...) que aún continúan en fase de investigación por razones que se desconocen y que ninguna de las acusaciones ha podido esclarecer".

Tampoco tienen antecedentes por haber cometido otros abusos sexuales, por eso creen que los miembros de la manada merecen esperar en libertad a que tengan una sentencia firme.

Un auto polémico redactado por este hombre, Ricardo González, el juez discordante. El presidente del tribunal, José Francisco Cobo, se ha negado a hacerlo. El magistrado se ha quedado sólo es el único que cree que la gravedad del delito cometido por la manada es suficiente para mantenerlos en prisión.