Detenido en Medina de Pomar, Burgos, otro implicado en la brutal paliza a un joven de Amorebieta. Se trata de un chico de 18 años que cuenta con antecedentes por robo. Con él ya son diez los arrestados. Mientras tanto, la víctima, de 23 años, sigue ingresada en el hospital en estado grave. Este viernes el juez decretó el ingreso en prisión de dos de los tres hombres mayores de edad detenidos por los hechos, mientras que el tercero quedó en libertad con la obligación de presentarse en el juzgado una vez al mes.

Los cinco menores ya fueron presentados ante la Fiscalía. La agresión en grupo se produjo en la madrugada del pasado domingo y la víctima, de 23 años y vecino de Lemoa, permanece ingresada en estado muy grave en el hospital de Cruces. Los autores de la agresión forman parte de una pandilla violenta llamada 'Los Koala' que tiene antecedentes penales y que ya ha actuado con anterioridad en otros lugares de Vizcaya.

Habrían sido tutelados por los servicios sociales de la Diputación anteriormente, pero no en la actualidad. De los detenidos, solo uno se entregó. Desde el Gobierno vasco informan que a los detenidos les imputan delitos de lesión pero matizan que la calificación "es diversa" y que podría barajarse el intento frustrado de homicidio. "Hay que dilucidar la voluntad de los agresores, si era lesionar o iba más allá por los gritos de jaleo. Es algo que la investigación tendrá que concretar", han explicado.

Los agresores grabaron la paliza

Los hechos ocurrieron alrededor de las 03:00 horas de la madrugada en un parque de la citada localidad vizcaína, donde varios grupos de jóvenes estaban realizaban botellón. Fue entonces cuando un grupo de jóvenes comenzó a golpear a la víctima, una agresión que fue grabada y difundida a través de las las redes sociales. En las imágenes se puede escuchar al grupo riéndose y alentando la agresión.

Además, en el vídeo -que contiene duras imágenes- se observa cómo uno de estos individuos lanza una botella contra la víctima. A continuación, varias personas la emprenden a puñetazos y patadas con él, golpeándole incluso con objetos. Varios testigos indican que los agresores ya habían estado molestado a gente en la zona y que iban buscando pelea. Un amigo de la víctima cuenta que incluso llevaban consigo bates de béisbol.