Los animales fueron capturados cuando ingresaban al Centro de Atención Institucional (CAI) Jorge Arturo Montero, conocido como "La Reforma", la principal cárcel del país; y al CAI Nelson Mandela, situado en la provincia de Limón (Caribe).

Según el informe del Ministerio de Justicia y Paz, uno de los gatos cargaba 159 gramos de marihuana, y el otro 286 gramos, además de un cargador y un manos libres para teléfono móvil. "Estos nuevos retos nos llaman a continuar fortaleciéndonos como cuerpo policial, a seguir contando con herramientas como los sistemas de vídeo vigilancia y apoyar la cultura de prevención de las situaciones de violencia y promoción de la paz", afirmó en un comunicado el subdirector de Policía Penitenciaria, Nils Ching.

Este caso es similar al ocurrido en el 2015 cuando la Policía Penitenciaria de Costa Rica capturó en la cárcel "La Reforma", en el centro del país, a una paloma que transportaba 14 gramos de cocaína y 14 gramos de marihuana adheridas al cuerpo.

El ave de color negro, bautizada por los medios locales como la "narcopaloma", presuntamente fue entrenada para entrar al penal y entregar la dosis a algunos de los reos, según indicaron las autoridades.

El caso de la paloma fue único, ya que las autoridades han detectado otros en los que los presos utilizan gatos y hasta perros para mover droga y otros artículos dentro de los centros penales e incluso para introducirlos desde el exterior.

La "narcopaloma" finalmente quedó en custodia de un centro de recate de animales y a la vista del público. Datos oficiales publicados a finales de 2018, indicaban que el hacinamiento en los 11.000 espacios de las cárceles de Costa Rica era del 31,6%.

El plan de las autoridades es construir 700 espacios penitenciarios en 2019 y 1.500 más en el 2020. En junio pasado el Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura de la Defensoría de los Habitantes denunció que el sistema penitenciario de Costa Rica se mantiene en crisis y urgió al Gobierno continuar con los esfuerzos para reducir el hacinamiento.