El Boeing 767-300 de Air Canada con 130 pasajeros a bordo ha conseguido aterrizar en Barajas tras más de cuatro horas quemando combustible sobre el cielo madrileño.

El vuelo, que había despegado a las 14:55 del Aeropuerto de Madrid - Barajas, ha aterrizado sin incidencias en la T4 tras haber tenido que solicitar un aterrizaje de emergencia por un problema en una de las ruedas y en el motor izquierdo de la aeronave.

 

"Estamos dirigiéndonos hacia el Aeropuerto de Barajas para aterrizar. Hemos tenido un problema con una de las ruedas del avión en el despegue, y como estamos muy pesados en combustible, tenemos que deshacernos de él antes de aterrizar": así explicaba el piloto del Boeing a los pasajeros que el avión que acababa de partir con destino Toronto tendría que pasar varias horas sobrevolando Madrid para poder aterrizar de forma segura.

Durante el tiempo que ha requerido para quemar combustible, un F18 del Ejército del Aire ha evaluado en vuelo los daños de la aeronave. Fuentes del Ministerio de Defensa han explicado que se ha recibido una petición en el marco del centro de coordinación del espacio aéreo civil y militar y el Mando de Defensa y Operaciones Aéreas ha activado un caza para comprobar el estado del avión.

Lo cierto es que, tal y como ha explicado el comandante Javier del Campo en Más Vale Tarde, no es un problema que se desactive uno de los motores durante el vuelo. La aeronave "podría seguir volando", aunque el aterrizaje no tiene por qué ser una situación de riesgo: "Los pilotos hacen dos veces al año un programa de refresco cuya formación es aterrizar sin tren o sin una rueda".