Galicia ha comenzado a evaluar los daños de la desoladora ola de incendios que ha atravesado la comunidad de norte a sur en los últimos días, mientras los servicios de extinción dan cuenta de las últimas llamas y rescoldos que aún permanecen activos.
Poco más de una decena de fuegos permanecen sin estar estabilizados a última hora de la tarde de este martes en Galicia, aunque algunos llevan quemando terreno desde hace varios días.
Es el caso de los incendios que afectan a la localidad lucense de Cervantes, en pleno corazón de Os Ancares, donde las llamas han consumido zonas de alto valor ecológico y natural, con castaños centenarios que han sido pasto del inclemente avance de las llamas y han puesto en peligro hábitats de animales amenazados como el oso pardo o el urogallo.
Allí se han desplazado un centenar de soldados de la Unidad Militar de Emergencias (UME), que, con la ayuda de la lluvia que ha caído en varios momentos del día, ponen coto y tratan de extinguir junto con otros efectivos uno de los incendios más duraderos de la actual ola.
Mientras tanto, el cuerpo de bomberos sigue presente en la localidad orensana de Carballeda de Avía, vigilando que no vuelvan a brotar llamas en un municipio que ha sufrido los rigores de los incendios en cerca del 70% de su superficie y en la práctica totalidad de sus núcleos poblacionales.
Por otra parte, las intensas labores de extinción, la llegada de las lluvias y el descenso de las temperaturas han permitido acabar con la oleada de incendios en Asturias, donde a primera hora de la noche de este martes ya no quedaba ningún fuego activo y sólo había ocho controlados, frente a los más de treinta registrados ayer.
A las 20:00 horas se habían extinguido los dos últimos que permanecían activos en Asturias, el de Sobrerilla, en Teverga, y otro reducido en Serandinas, en Boal, según datos facilitados por el Gobierno del Principado y el Servicio de Emergencias del 112.
Controlados, es decir aislados y sin avance, se contabilizaban a la misma hora ocho focos repartidos por los concejos de Allande (Corondeño y Santiellos), Cangas del Narcea (Llamas de Mouro y Naviego), Coaña (Orbaelle), Ibias (Serorio y Morentán) y Tineo (Rellanos).
El Servicio de Emergencias del Principado de Asturias (SEPA) ya dio esta mañana por extinguido el incendio de Fondos de Vega, en el concejo asturiano de Degaña, que desde el pasado miércoles ha quemado cientos de hectáreas y que amenazaba con entrar en la Reserva de la Biosfera de Muniellos, el mayor robledal del país.
Tras la extinción de este fuego, uno de los que más preocupaba en el Principado y que llegó a alcanzar frentes de un kilómetro, se procedió a desmovilizar a la Unidad Militar de Emergencias (UME), que había trasladado al Principado a unas 200 personas y 12 autobombas.
En esta situación, el consejero de Presidencia y Participación Ciudadana, Guillermo Martínez, ha bajado el plan contra incendios Infopa a nivel 0, de vigilancia y seguimiento para toda Asturias.
La mejora de las condiciones ya permitió ayer por la tarde regresar a sus casas a los más de cincuenta vecinos que la noche anterior fueron desalojados de tres pequeñas localidades de Cangas del Narcea: Larón, La Viliella y Gillón.
Igualmente, han vuelto a las clases los más de 2.500 alumnos de los 23 centros educativos del suroccidente asturiano en los que ayer se suspendió al actividad de forma preventiva ante la presencia de ceniza y la intensa humareda, que llegó a extenderse por buena parte de Asturias.
También ha vuelto a funcionar con normalidad el Hospital Carmen y Severo Ochoa, en Cangas del Narcea, después de que ayer se suspendieran las intervenciones quirúrgicas por precaución.