España comenzará a vacunar contra el coronavirus el 27 de diciembre, y todas las Comunidades Autónomas comenzarán al mismo tiempo. Llegará primero a residencias y centros sociosanitarios, con un reparto equitativo.
"Recibiremos las primeras dosis el sábado 26", anunció el ministro Illa el pasado viernes. Desde Sanidad explican que su distribución, una vez se autorice -previsiblemente será aprobada este miércoles por la Agencia Europea del Medicamento-, se producirá en los puntos establecidos por cada país.
Distribución
Esa distribución se va a llevar a cabo por agentes autorizados y debidamente asegurados, que llevarán las dosis de la vacuna de Pfizer -conservadas a 80 grados bajo cero- a unos 50 puntos de entrega, cuya ubicación no será revelada por motivos de seguridad. Desde ahí se distribuirán a los 13.000 puntos de vacunación establecidos por el Gobierno.
De hecho, el Ministerio del Interior ya diseña en coordinación con el Ministerio de Sanidad un dispositivo de seguridad para garantizar el transporte y el almacenamientode las vacunas. Fuentes de Interior aseguran que en el operativo participan las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, tal y como hicieron durante la primera ola de la pandemia cuando llegaron a realizar escoltas especiales en los traslados de material.
Sobre su almacenaje, fuentes del departamento de Salvador Illa aseguran que no va a resultar ningún problema ya que no va a dar tiempo a guardar todas las que lleguen porque se van a inocular. Ya hay personal sanitario en formación para la administración de estas dosis. Las vacunas, en cajas de poliespam con cinco bandejas de 1.000 viales de cinco dosis cada una -es decir, 5.000 pinchazos-, deben conservarse con nieve carbónica a 80 grados bajo cero.
La vacuna será voluntaria y sí se vacunará a gente con anticuerpos, aunque en fases posteriores, de acuerdo con los criterios de vacunación establecidos por el Ejecutivo. La vacuna de Pfizer requiere de dos pinchazos, aunque no será necesario que pasen 21 días entre cada uno de ellos para que resulte efectiva.
El objetivo es que en agosto, en apenas ocho meses, el 60% de la población esté vacunada, aunque todavía se desconoce el número de dosis que llegarán (en principio, el Gobierno cerró un acuerdo para la compra de unos 20 millones de dosis), pero confirman que el reparto será equitativo.
Sanidad ha explicado que el primer criterio para distribuir las primeras dosis de la vacuna de Pfizer en nuestro país será el del número de ancianos en residencias de mayores en cada comunidad autónoma, ya que este grupo poblacional será el primero en recibir la vacuna en España junto al personal sanitario. Por lo tanto, las CCAA recibirán proporcionalmente una cantidad de vacunas en función de sus residentes.
Fases en la vacunación
El plan de vacunación anunciado por el Gobierno hace unas semanas ya apuntaba en ese sentido al priorizar al personal sanitario, a quienes viven o trabajan en residencia de mayores y a las personas con discapacidad.
"Pensamos que podemos empezar a vacunar en el mes de enero, cuando recibamos las primeras vacunas". El ministro detalló entonces que el suministro se realizará en tres batidas en función de la disponibilidad de las vacunas. "La primera etapa será limitada y se producirá de enero a marzo. La segunda, que se permitirá ir aumentando, llegará hasta junio, probablemente".
Con él se pretende que una parte sustancial de la población esté inmunizada durante los primeros seis meses de 2021. Según Pedro Sánchez, en mayo o junio, entre 15 y 20 millones de españoles.
- Primera etapa: suministro inicial y muy limitado de dosis de vacunas. Esta etapa, según ha estimado Salvador Illa en rueda de prensa, se desarrollará en enero, febrero y marzo de 2021. Y se vacunará a dos millones y medio de personas.
- Segunda etapa: incremento progresivo del número de vacunas que permitirá ir aumentando el número de personas a vacunar. Será entre marzo y junio, según cálculos de Sanidad.
- Tercera etapa: Aumento en el número de dosis y de vacunas disponibles para cubrir a todos los grupos prioritarios.
En la primera etapa, en la que el número de dosis de vacunas serán limitadas, se ofrecerá la vacunación de manera priorizada a las personas que se incluyen en los siguientes grupos de población:
1. Residentes y personal sanitario y sociosanitario que trabaja en residencias de personas mayores y de atención a grandes dependientes
2. Personal de primera línea en el ámbito sanitario y sociosanitario
3. Otro personal sanitario y sociosanitario
4. Personas consideradas como grandes dependientes (grado III de dependencia, es decir, con necesidad de intensas medidas de apoyo) que no estén actualmente institucionalizadas.
Seguridad y efectos adversos
Sobre las reacciones adversas que han experimentado algunos de los vacunados en Reino Unido y Estados Unidos, desde Sanidad han asegurado que se van a estudiar estos posibles efectos secundarios. Recomiendan prudencia y explican que aparecerán, como con cualquier medicamento, aunque no desaconsejan que los pacientes con inmunodepresión se vacunen. Con respecto a los alérgicos, estas fuentes aseveran que no hay señales para contraindicar la inmunización ya que va a haber mucha vigilancia.
Salvador Illa ha asegurado en reiteradas ocasiones que "no se va a sacrificar ni un ápice de seguridad". Y ha insistido en que la vacunación "es un paso muy importante, pero es el principio del fin, no es el fin". Por ello, ha apelado a seguir "tomándose en serio las medidas. Algunas medidas son duras pero seguirán siendo necesarias".
También el ministro de Ciencia e Innovación, Pedro Duque, ha asegurado que todo el proceso se está haciendo con los pasos necesarios para que todas las que se ofrezcan a la población sean seguras y eficaces: "No se han saltado ninguno de los pasos necesarios para dar confianza en la seguridad".
Para el ministro, la rapidez en el proceso de desarrollo tiene que ver con que se han utilizado tecnologías de vacunación completamente novedosas y que se han hecho ensayos con muchísimas más personas de lo que normalmente se hace para obtener datos antes.
La vacunación será voluntaria
El Ministerio va a "partir de la voluntariedad en la vacunación", por lo que esta no será obligatoria, al menos en principio. "Los expertos nos dice que no es recomendable decretar la obligatoriedad de la vacuna", aseguró recientemente Salvador Illa,, apostando por "la verdad" para que la sociedad se comprometa a vacunarse.
Según el barómetro del CIS de noviembre, el 47% de los españoles no se pondría la vacuna de manera inmediata, frente al 36,8 % que sí lo haría. Los indecisos a vacunarse aumentan en tres puntos con respecto al barómetro de octubre, a pesar de que la encuesta se hizo durante los días en que Pfizer publicó unos primeros resultados muy esperanzadores sobre la efectividad de su compuesto.
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