Habitualmente pasean miles de personas al día por la Plaza Mayor de Madrid, pero ahora también podrán jugar al tenis una nueva pista, que replica todos los detalles de la original del Mutua Madrid Open. Se trata de una exhibición poco convencional que pretende no pasar inadvertida y acercarse al público.
Pero este no es un caso aislado, pues en Río de Janeiro, Brasil, se instalaron duchas gigantes en la playa, también recurrieron a las grandes dimensiones en Londres con una máquina expendedora que regalaba refrescos y que se coronó como la más grande del mundo. Así como en Berlín, donde se colocó un tobogán en el metro, una forma rápida de evitar bajar unas escaleras.
Todo forma parte de estrategias de marketing que utilizan la ciudad como escenario para publicitar una marca y que, sobre todo, no dejan a nadie indiferente. Sin embargo, la llegada de la inteligencia artificial puede causar confusión porque la pista de tenis en Madrid sí es real, pero la imagen de unos bolsos que ruedan por las calles de París o la del rímel en el metro de Londres no lo son. Realidad y ficción separados por un clic.