Las manos de Pedro Cavadas han mejorado la vida de muchos pacientes que no veían una esperanza hasta llegar a su consulta. Es el caso Enol.

Nació con la trisomía 8, una enfermedad conocida como el síndrome de Warkamy que hace que se tengan tres copias del cromosoma 8 en el núcleo de las células, provocando malformaciones en algunos órganos.

'El Comercio' recoge su historia: a los tres años comenzó a andar y a los diez comenzó a tener problemas de movilidad. Fue en el verano de 2008 cuando empezó su calvario, pasando por primera vez por el quirófano. Tras esa operación, Enol sufría unos dolores “horribles” que afectaban a su nervio ciático.

La segunda operación llegó en el Hospital Gregorio Marañón (Madrid). Allí dijeros a sus padres que Enol no volvería a caminar. No fue hasta el verano de 2018 cuando abrieron los ojos y vieron al doctor Cavadas en su televisor. Contactaron con él, se desplazaron a Valencia y tuvo un diagnóstico claro.

Es fácil: se cambia la musculatura de atrás a adelante, se coloca la rótula en su sitio, que está desviada, rehabilitación y a caminar”, relatan. Para asegurarse, les pidió que le hiciesen una radiografía en un hospital cercano. La respuesta al verla fue lapidaria: “Sin ninguna duda, es lo que yo pensaba”.

Después de ese momento, Cavadas operó tres veces a Enol en 2019 en el hospital de Manises. Una vez acabadas las intervenciones, empezó la rehabilitación, y hace sólo dos meses empezó a andar sin ayuda por su casa. “El doctor Cavadas nunca sabrá lo que hizo por nosotros”, asegura su madre.