Acabó el juicio llorando y pidiendo perdón, exactamente igual que como lo empezó y fue añadiendo a su versión todo tipo de nuevas justificaciones. "Yo puse la camiseta ahí para que me encontraran porque no podía más", llegó a asegurar.

Aunque a veces, según la fiscal, se contradecía. "Siempre ha manifestado que la puso para dar esperanza a Ángel", le recordó.

De hecho, Ana Julia Quezada llegó a indicar que llevó a gente a Rodalquilar para confesar. "Quería decírselo a alguien, llevé a mi hija, llevé a un montón de gente allí", explicó Ana Julia Quezada.

Ana Julia dijo que quería suicidarse

Además, aseguró que cuando la detuvieron con el cuerpo, trataba de suicidarse: "Quería dejar a Gabriel en el garaje, escribirle una carta a los padres y tomarme unas pastillas y echarme en el sofá".

Su actitud durante la búsqueda del pequeño, también quiso justificarla: "Me tomaba cuatro y cinco pastillas de Diazepan diarias para calmar mi conciencia".

Ana Julia se desmoronó al escuchar los testimonios

Llegó a la Audiencia de Almería con un aspecto diferente a cómo la recordábamos. En un principio se mostró tranquila, una imagen que se fue desmoronando conforme evolucionó el juicio y los testimonios iban en su contra.

Hasta el punto de romper a llorar escuchando a los abogados de la acusación, que siempre ha defendido que Ana Julia nunca mostró arrepentimiento.