La sequía está comenzando a tener series consecuencias en nuestro país. En zonas como Cataluña ya han activado un plan de emergencia para frenar esta situación, mientras que Andalucía recibirá agua en barcos desde la desaladora de Cartagena.

Una preocupante situación que algunas personas ya vieron venir, implantando medidas para intentar hacer frente a este periodo de sequía. Esto es lo que ocurrió en Viladecans, una ciudad catalana que decidió convertirse en 'ciudad esponja'.

En concreto, optaron por poner una doble red que aprovechase todo el ciclo natural de la lluvia. De esta forma, con este método el agua que cae de la lluvia se recoge y se devuelve al medio natural.

"Esta forma de retorno son mediante balsas y mediante canales", explica Albert Sorolla, director técnico de Naturalea.

En concreto, la lluvia cae sobre campos con sistemas urbanos que actúan como una esponja con suelos permeables. Varias capas de grava de arena filtran el agua y la recogen para su posterior uso.

"El agua pluvial la recoge y la inyecta en el acuífero para volver a regar o para destinarla a la limpieza de la ciudad", indica. Jordi Mazón, teniente alcalde del Ayuntamiento de Viladecans.

Además, 35 kilómetros de tuberías recorren toda la ciudad con este agua, a diferencia de lo que ocurre en otras donde acaba perdiéndose porque se envía directamente al mar.

Medidas que han servido para que Viladecnas sea elegida Ciudad Verde Europea para 2025. Una gestión del agua que hace mucho más llevaderos los periodos de sequía.