En un mes nuestra cara será necesaria para que el banco dé el visto bueno a una compra online de más de 30 euros o en un sitio web en el nunca hayamos comprado. Es una de las opciones que una nueva normativa de compras online barajará desde el mes de septiembre.

"La idea es que el usuario ahora al hacer determinado tipo de compras, puesto que la normativa tiene varias excepciones, tenga que introducir más de un factor de autenticación", indica Lorenzo Martínez, portavoz de la Asociación Nacional de Ciberseguridad.

Hasta ahora lo normal es que cuando realizamos una compra se nos pida el número de la tarjeta, la fecha de caducidad y el CVV , el código de tres números que parece en el reverso de la tarjeta. Con esos tres campos se podría realizar una compra, lo que implica que si alguien nos roba la tarjeta puede comprar con ella.

Por eso, a partir de septiembre, además de la contraseña especial que ya exigen algunos bancos se nos pedirá un dato más. Podrá ser la huella dactilar que ya desbloquea muchos teléfonos y que es totalmente segura. También el reconocimiento facial, cada vez más extendido en móviles y aeropuertos, y otra opción es el reconocimiento por voz.

Los comerciantes creen que la nueva normativa puede espantar a los clientes al aumentar el tiempo que se tarda en hacer una compra. "Las cosas se tienen que hacer con determinado tipo de seguridad", defiende Lorenzo Martínez, "se vela por la seguridad del cliente y de los usuarios".

Una nueva norma que implicará algo más que un 'click' para comprar pero que hará más seguro el comercio online.