La Policía sigue trabajando para saber quién fue el 'sujeto cero' que comenzó a enviar el vídeo sexual tras cuya difusión se suicidó Verónica. La mujer se quitó la vida después de que esas imágenes llegaran a muchos compañeros de Iveco e incluso a su marido.

Según informa Espejo Público, el vídeo llegó primero a un grupo de Whatsapp formado por 20 trabajadores de Iveco que se encargaban de gestionar los horarios de los empleados. Desde allí, las imágenes volvieron a reenviarse y se propagaron a unos 200 trabajadores más.

Llegados a este punto, la presión sobre Verónica era creciente y según declaran sus propios compañeros, incluso había personas que "iban a su puesto a ver quién era". Cuando no pudo más, la víctima acudió a la empresa para denunciar los hechos y se aplicara un protocolo de acoso. Sin embargo, según la versión de Comisiones Obreras, que afirma haber estado presente en la reunión, la empresa deshechó hacerse cargo por verlo como "un asunto personal".

La viralización del vídeo no se frenó ahí y llegó incluso hasta su cuñada, también empleada de la empresa, como recoge Antena 3. Fue ella quien habría enviado ese vídeo al marido de la víctima un día antes de que Verónica se quitara la vida.

La expareja ya ha declarado

Los agentes siguen indagando quién fue la primera persona en enviar el vídeo después de que su expareja se presentara voluntariamente en comisaría para declarar y fuera puesto en libertad sin cargos.

¿Cuáles son las diligencias abiertas?

La primera es la de la revelación de secretos. En este caso, el marido puede denunciar como agraviado y la Fiscalía también podría actuar de oficio teniendo en cuenta que hay dos menores que han perdido a su madre por esta situación. También investigan si hay delitos por coacción o amenazas condicionadas, que deben de ser denunciadas por la víctima. La familia sí podría pedir que se juzgase el caso por delitos contra el honor y la propia imagen.