Un grafólogo
especializado en la psicología de la escritura ha definido a José Enrique Abuín
Gey, 'El Chicle', único procesado en el juicio que se sigue por el crimen de Diana Quer, como un hombre con instintos sexuales "sádicos y
violentos", gran "habilidad para mentir y manipular" y nada de
empatía.
"Con rotundidad es
un depredador sexual" ha dicho en la sexta sesión que acoge la Audiencia
Provincial de A Coruña, con sede en Santiago, un testimonio en el que este
especialista ha defendido que su disciplina "tiene un carácter científico
muy marcado".
De la personalidad del
acusado, ha contado el experto -aportado por la acusación particular-, que del
estudio de los patrones analizados a través de la carta enviada desde prisión
por 'El Chicle' se desprende que la personalidad del acusado está
"significativamente marcada hacia todo lo relacionado con la violencia
sexual".
Este martes también han
declarado los técnicos del Ayuntamiento que han asegurado que el punto donde
Diana se topó con el acusado estaba bien iluminado: "No tenía constancia de que
hubiera ninguna avería, ni de que hubiera ninguna (farola) en mal estado".
Aquella noche no hubo ni
averías, ni apagones en el tendido eléctrico. Declaraciones que han vuelto a
dejar en evidencia a José Enrique Abuín, que aseguró en el juicio que no había
mucha luz y que pensó que Diana era "alguna persona de los feriantes".
A partir de esa noche
comenzó un calvario para los padres y la hermana de Diana. Casi 500 días de
búsqueda que provocaron en ellos daños irreparables. "Las secuelas serán de por vida. Teniendo especial énfasis en que los 496 días de espera en los que no se dijo nada. Han
sido terriblemente dañinos", ha declarado la médico que ha valorado el daño
ocasionado a la familia.
Mientras todos le
buscaban, Diana estaba sumergida en el pozo. La perito ha explicado que su cuero cabelludo permaneció 20 días sin sumergirse, por eso la acusación sospecha que 'El
Chicle' volvió días después y al ver que una parte del cuerpo flotaba, lo
lastró.