Gina Périer, una arquitecta francesa, ha llevado a un nuevo nivel el concepto de urinario creando un retrete para que las mujeres puedan ir al baño en cualquier festival al aire libre.

La diseñadora del producto consideraba que hasta el momento este tipo de instalaciones estaban destinadas sólo a hombres, y apuntaba que esto implicaba una gran desigualdad de género porque, según explica en su página web, el 90% de las colas a los baños son mujeres que necesitan orinar.

El festival danés de Roskilde fue de los primeros en utilizar este tipo de urinarios para saber cuál era la respuesta del público a este nuevo producto, y no pudo ser mejor. Instagram se inundó de mensajes de respaldo en los que las mujeres aseguraban que era "la mejor cosa del mundo".

Este triple retrete se ha hecho de la manera más eficiente para que las mujeres puedan ir al baño de una forma adaptada a sus necesidades en el menor tiempo posible.

La diseñadora defiende que la ausencia de puertas es una ventaja porque permite ver si alguien se acerca.

La marca que ha puesto en marcha esta iniciativa ha ganado un importante premio internacional debido a su innovación y diseño.