Mucho alcohol, música y descontrol eran los ingredientes principales de las fiestas ilegales en Cataluña durante la pandemia. El desfase era total, personas bebiendo y bailando sin medidas de protección como si de una discoteca se tratara, pero la realidad lo que se ve en las imágenes es otra cosa. Son casas rurales, alquiladas fraudulentamente para saltarse las normas de la pandemia.

Estos eventos los organizaba un grupo criminal que actuaba siempre de la misma manera. Primero, contactaban con los propietarios de las casas con una identidad falsa y luego les enviaban un justificante a los dueños haciéndoles creer que había hecho la transferencia de pago. No obstante, el dinero nunca llegaba.

Los asistentes pagaban la entrada en la que se incluía la fiesta con alcohol, camareros, DJ e incluso catering. En estas casas rurales para 10 o 15 inquilinos se terminaban aglomerando hasta 400 personas y las viviendas quedaban completamente destrozadas, como se puede ver en el vídeo superior de esta noticia. En el que incluso se ven las hamacas sumergidas en la piscina y restos de basura por toda la casa

Este grupo criminal no facilitaba la ubicación de la fiesta hasta bien entrada la noche para evitar ser pillados. Tras el evento, los presuntos delincuentes se quedaban con todos los beneficios.

Por el momento, los Mossos d'Esquadra han detenido a 3 personas por organizar un total de 25 fiestas ilegales y el fraude asciende a 200.000 euros.